Cuando Arriz Domínguez tuvo aquellos sueños, en una ocasión vio como una mujer lideraba a las gigantes. En 1997, cuando todo inició, eran diez Calendas que bailaban a un ritmo y a unos pasos que apenas comenzaban a dibujarse. Arriz había preparado la coreografía con su experiencia en danzas, aunque esa no era justamente su especialidad. Comenzaron a ensayar, y en la cabeza de él seguía pasando esa mujer que lideraba a las gigantes y que no estaba en lo que recién nacía.
Sin pensar en nadie más, como designio, Arriz estaba seguro de que Magaly Loreto, su amiga y colega especialista en las artes expresivas corporales, era quien debía liderar a las Calendas. Al rol lo llamó Dama Guía de las Calendas. En su casa boceteó el personaje. Una mujer ataviada a semejanza de las Calendas. Ella iba a indicar la coreografía a las gigantes de una forma bastante discreta, llamativa, pero que a la vez el modo en que lo hiciera pasara desapercibido.
Pensó, entonces, en unos pañuelos de colores. La Dama Guía los llevaría sujetos a su cintura y al levantar cada par de color las Calendas entenderían que tendrían que ejecutar una secuencia de pasos coreográficos específicos. Para muchos, sería solo ella, alegre levantando sus pañuelos coloridos, pero para sus Calendas, serían la indicación precisa de lo que deberían hacer.
Con la idea en mente, Arriz le propuso a Magaly convertirse en la Dama Guía de las Calendas. Ella tuvo sus reservas. Hay que entender que era algo nuevo sin precedente y la responsabilidad que se le pedía era tan grande o más como esas muñecas danzantes. Pasaron algunos días y aún no teníamos una confirmación de Magaly, pero Arriz se rehusaba a ofrecerle el honor a nadie más.
Un día de ensayos en la Plaza Bolívar se apersonó Loreto para conversar con Domínguez acerca de su propuesta. Ella aceptaría, pero con una sola condición: después de revisar la coreografía inicial, era necesario hacer cambios, y tan solo si se lo permitieran, ella sería la Dama Guía.
Esto para Arriz no fue una exigencia, fue una bendición. Como guía de las Calendas, no había nada mejor que ella misma diseñara la coreografía. No solo tenía la potestad para hacer cambios, sino para tirar todo el diseño inicial a un lado y crear una completamente nueva. Y así aconteció. Fue como Magaly Loreto no solo se convirtió en la Dama Guía de las Calendas sino también en la coreógrafa oficial de la manifestación.
Llegó el 30 de mayo de 1997 y todas bailaron con su guía. Al año siguiente, ingresan los nuevos cultores jóvenes y niños para sembrar el legado. Nacieron Calenditas y Calendiñas, jovencitas y niñas que se hicieron Almas de sus Calendas a proporción. Fue necesario, entonces, una nueva lideresa de estas pequeñas. Fue como nació la Dama Guía de las Calenditas, o también llamada Dama Guía Heredera. En este caso, Magaly designó a su sobrina María Andreina Loreto, pues ella solo tiene hijos varones.
Aunque la coreografía de las Calendas ha sido bastante invariable con los años, la única persona autorizada para cambiarla, y puede hacerlo cuando lo disponga previa notificación a Fundacalendas, es quien representa el rol de la Dama Guía de las Calendas.
Adicionalmente, este rol es la máxima autoridad entre los grupos femeninos de la manifestación. Sobre ella tienen delegación los grupos de Calendas, Artesanas, Madrina del Santo, Damas Estandartes, Dama Cantante y Madrinas Calenderas. En caso de ausencia de alguna de ellas, la Dama Guía tiene la autoridad para designar su reemplazo temporal por mérito, sin que la posición y jerarquía de la ausente se pueda ver afectada.